Hidrógeno: la solución para “guardar” energía renovable cuando no brilla el sol ni sopla el viento
El verano y España forman un equipo de éxito. Y no estamos hablando aquí de las playas y fiestas populares que atraen visitantes de toda Europa. Estamos hablando de una dupla fundamental para contribuir con el medioambiente: en verano hay más sol, y si hay más sol se puede producir más energía fotovoltaica, una de las energías renovables que ayudan a combatir el cambio climático.
Así, el sistema eléctrico español se caracteriza por un efecto estacional. En verano, la energía solar brilla en su máximo esplendor, debido a las buenas condiciones meteorológicas y al mayor número de horas de exposición solar. Por este motivo, las placas solares instaladas en todo el país, generan más electricidad que en invierno, época del año en que las horas de exposición solar se reducen y las condiciones meteorológicas son adversas. Por el contrario, en invierno normalmente hay más viento y la energía eólica produce al máximo, mientras que en verano suele reducir su contribución. Hasta ahí, el panorama es alentador.