
Reconvertir motores a hidrógeno, el comodín que podrá salvar a los coches diésel y gasolina
El uso de hidrógeno como combustible gana cada vez más fuerza en la industria del automóvil. Si bien el hidrógeno siempre había sido planteado como parte de la tecnología de pila de combustible, su uso en motores de combustión interna gana adeptos, incluso para plantear la reconversión. Mantener con vida los coches diésel y gasolina gracias a la reconversión a hidrógeno no es una utopía, y tanto es así, que puede que en pocos años veamos a los primeros coches con motores a hidrógeno circulando por nuestras calles.
El coche eléctrico a baterías avanza de forma imparable como alternativa a los motores de combustión interna, una tecnología que pese a sus limitaciones, se ha convertido en la mejor receta para descarbonizar nuestras ciudades. Esa misma electrificación también es posible a través del uso de una pila de combustible de hidrógeno como bien demuestra el Toyota Mirai, sin embargo el elevado coste de producir hidrógeno, la falta de infraestructura de repostaje y los escasos apoyos de la industria automovilística por esta idea, hacen que la pila de combustible no pueda hoy por hoy competir con los eléctricos a baterías.