Baterías frente a hidrógeno: dos tecnologías para un mismo fin ¿Cuál es mejor opción?
En los vehículos pila de combustible de hidrógeno (FCEV – Fuel Cell Electric Vehicle por sus siglas en inglés) la electricidad se produce gracias a la reacción que se produce en el interior de una celda electroquímica entre el hidrógeno contenido en los tanques y el oxígeno del aire. Como residuo produce una pequeña cantidad de agua y calor. Esa electricidad se almacena en una pequeña batería que es la que se encarga de alimentar el motor o los motores eléctricos.
Para alguien alejado de la evolución de la tecnología, el hidrógeno puede verse como una tecnología superior a las baterías. Al igual que en un vehículo de gasolina o diésel, el repostaje es muy rápido (unos cinco minutos) y ofrecen grandes autonomías (más de 600 kilómetros). Además, como las baterías intermedias que se necesitan son pequeñas, puesto que son un intermediario y no las encargadas de almacenar la energía, requieren menos materias primas no sostenibles como litio y cobalto para su fabricación.