Del anuncio a la ejecución. El reto llega ahora

Del anuncio a la ejecución. El reto llega ahora

La reciente selección de varios proyectos dentro de la cadena de valor del h2 en la convocatoria del Innovation Fund europeo ha sido recibida con entusiasmo por el sector. Las ayudas suponen un reconocimiento explícito al avance tecnológico e industrial que se ha demostrado en los últimos años. Ahora comienza una etapa decisiva en la que los promotores deberán acreditar más que la innovación: la capacidad real de ejecutar aquello que han puesto sobre la mesa.

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En cuanto a los proyectos seleccionados, entre los que están asociados al hidrógeno encontramos:

Varios flancos por cubrir en lo nacional:

Centrados en España, para los proyectos de hidrógeno, tal como se confirma en el 2do Informe sobre el clima empresarial del h2 en Andalucía elaborado desde el clúster, el verdadero examen estará en coordinar simultáneamente aspectos tan exigentes como la financiación adicional, los permisos administrativos y la consolidación de clientes industriales capaces de consumir hidrógeno o sus derivados. Este equilibrio será determinante para que los proyectos avancen hacia la fase de obra.

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Fuente: https://climate.ec.europa.eu/eu-action/eu-funding-climate-action/innovation-fund/what-innovation-fund_en?utm_source=chatgpt.com#award-criteria

El capítulo financiero será particularmente exigente. Las ayudas europeas solo cubren una parte del capital necesario, -hasta el 60% (en caso de subvenciones regulares) y hasta el 100% (en caso de licitación competitiva) de los costos relevantes– y el resto deberá obtenerse en un entorno donde bancos y fondos reclaman garantías comerciales sólidas. Cerrar esa financiación no será un camino sencillo, pero sí una oportunidad para reforzar la credibilidad de los proyectos. Cada acuerdo firmado no solo aporta recursos, sino que demuestra al mercado que el proyecto es robusto, escalable y viable a largo plazo.

A esta dificultad se suma la cuestión de los permisos, una de las variables que más condiciona la evolución de cualquier proyecto industrial en España. La anticipación, la coordinación institucional y la claridad documental serán claves para cumplir con los plazos comprometidos ante Bruselas. Se trata de un terreno complejo, con normativas que avanzan más despacio de lo que lo hace la tecnología, pero la experiencia demuestra que una gestión rigurosa y bien organizada puede convertir este obstáculo en un factor que diferencie a los proyectos mejor preparados.

La demanda será otro elemento crítico. Uno de los objetivos del Innovation Fund es acelerar la descarbonización de sectores difíciles, y eso exige que exista una industria dispuesta a consumir hidrógeno renovable o derivados como el amoníaco o el metanol. España cuenta con polos industriales en los que la demanda potencial es real —siderurgia, química, refino, movilidad pesada, logística portuaria—, pero convertir esa potencialidad en contratos firmes requerirá negociaciones intensas y una lectura precisa de las necesidades de cada sector. Aquellos proyectos capaces de establecer acuerdos tempranos allanarán buena parte del camino hacia la financiación y la ejecución.

Finalmente, la cuestión de las infraestructuras marcará el ritmo del sector. Redes de hidrógeno, conexiones eléctricas reforzadas, plantas de electrólisis, almacenamiento o puertos adaptados son elementos que no estarán plenamente disponibles a corto plazo. Sin embargo, la experiencia demuestra que los proyectos que avanzan con determinación suelen activar el resto del ecosistema.

Apoyo:

Desde el gobierno central siguen apoyando esta transición energética, como hemos visto el pasado día 13 de noviembre, cuando desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se aprobaron 2.000 millones de euros en nuevas ayudas enfocadas, entre otras, en la cadena de valor industrial y la integración de las renovables y donde el hidrógeno también será apoyado con fondos tanto para el CAPEX como para el OPEX. O la aprobación del Real Decreto 997/2025 donde se pretende reforzar la resiliencia del sistema eléctrico, impulsar el almacenamiento y acelerar la electrificación industrial.

La selección de proyectos españoles por parte de la Comisión Europea sitúa al país en una posición destacada dentro de la carrera por el hidrógeno renovable. En concreto, desde Bruselas se ha invitado a los desarrolladores de los 61 proyectos seleccionados (se recibieron 359 aplicaciones a las ayudas) a iniciar la fase de preparación del acuerdo de subvención con la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructura y Medio Ambiente (CINEA). Durante esta fase, la Comisión y los promotores seleccionados del proyecto deben finalizar el contrato de financiación, confirmar el presupuesto, el calendario, los entregables técnicos y las responsabilidades legales. Los resultados de este proceso se confirmarán en la primera mitad de 2026… y esto no es mucho tiempo.

El desafío empieza ahora.

Demostrar capacidad de entrega exigirá coordinación, rigor y perseverancia. Lo que podría interpretarse como una barrera es, en realidad, una confirmación de que España ya juega en la primera división del hidrógeno europeo. Si los proyectos seleccionados mantienen el ritmo, fortalecen alianzas y gestionan con inteligencia las complejidades técnicas y administrativas, el país no solo ejecutará con éxito las iniciativas anunciadas, sino que podrá consolidar un tejido industrial competitivo capaz de liderar parte de la transición energética europea.

Escrito por Juan Zurbarán, colaborador del Clúster Andaluz del Hidrógeno. https://www.linkedin.com/in

Fuentes:

https://ec.europa.eu/info/funding-tenders/opportunities/docs/2021-2027/innovfund/wp-call/2024/call-fiche_innovfund-2024-nzt_en.pdf?utm_source=chatgpt.com

https://climate.ec.europa.eu/eu-action/eu-funding-climate-action/innovation-fund/what-innovation-fund_en?utm_source=chatgpt.com#financing-rateshttps://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/ip_25_2564