
Los retos tecnológicos que marcarán el futuro del hidrógeno renovable en Europa
Europa está, en general, viviendo unos días donde el discurso político sobre el hidrógeno verde se está reorientando. En concreto en Alemania, este discurso cambió con la nueva coalición en el poder, donde la actual ministra federal alemana de Economía y Energía, Katherina Reiche, quien fuera desde 2020 al 2025 presidenta del Consejo Nacional del Hidrógeno de Alemania dejó la senda verde para pasarse a la azul y a la de las centrales térmicas, incluso retomando el asunto de las nucleares en tierras germanas.
Aun así, el Consejo donde realizaba sus funciones de sigue, menos mal, realizando sus tareas y el pasado 3 de julio de 2025 publicó un documento estratégico sobre los retos de investigación y desarrollo (I+D) que aún deben superarse en los distintos caminos de suministro de hidrógeno renovable y bajo en carbono.
El informe visualiza las diferentes vías de provisión para el hidrógeno renovable y con poco carbono y sus derivados, clasificados según la madurez tecnológica, TRL (Technology Readiness Level) que, aunque ya cuentan con avances significativos, todavía no han alcanzado la madurez industrial necesaria para un despliegue a gran escala.
Además, se considera toda la cadena de valor del hidrógeno, desde la producción hasta el transporte, el almacenamiento, la conversión en derivados y la seguridad en su manipulación.
Pasamos ahora a ver qué dice el informe. Lo primero, las principales vías de provisión identificadas como “críticas” por el Consejo son:
- Captura directa de aire para la obtención de CO₂ renovable
- Plasmólisis
- LOHC (hidrógeno en portadores líquidos orgánicos)
- Fischer-Tropsch a partir de CO₂ no fósil
- Amoníaco como vector energético
- Hidrógeno líquido (licuefacción, transporte marítimo, regasificación)
- Electrolizadores de nueva generación
- Reformado con vapor + CCS (SMR+CCS)
- Seguridad del hidrógeno (transversal)
1. Captura directa de CO₂ en aire (DAC) – TRL < 6
La captura directa de aire es todavía una tecnología incipiente: apenas existen plantas piloto, con altos costes operativos y un consumo energético muy elevado. A corto plazo, los esfuerzos se centran en desarrollar materiales de absorción y adsorción más selectivos y duraderos, así como en mejorar la eficiencia de los sistemas de ventilación y regeneración. A largo plazo, el reto pasa por explorar enfoques innovadores como la electro-adsorción o el carbonate looping, capaces de aumentar la escalabilidad y reducir costes. El horizonte temporal para que la DAC tenga un impacto real en la economía del hidrógeno no se sitúa antes de 2030. Más información al respecto en la web de IEA Greenhouse Gas R&D Programme (https://ieaghg.org)
2. Plasmólisis – TRL < 6
La plasmólisis consiste en usar descargas de plasma a alta temperatura para descomponer el agua o hidrocarburos en sus componentes básicos, liberando hidrógeno de manera rápida y sin necesidad de catalizadores. Sus ventajas principales son la alta eficiencia energética, la posibilidad de usar distintas materias primas (agua, biogás, residuos orgánicos) y la reducción de emisiones contaminantes en comparación con métodos convencionales.
Esta tecnología se encuentra todavía en fase experimental con proyectos piloto en marcha, como Plenesys en Francia o NexPlas y Graforce en Alemania. En el corto plazo, la prioridad es escalar estas tecnologías y encontrar aplicaciones seguras y económicas para el carbono sólido generado, evitando que se convierta en un residuo problemático. A más largo plazo, se espera mejorar la estabilidad de los procesos e incorporar variantes de plasma no térmico que reduzcan la intensidad energética. Su horizonte es claramente de medio a largo plazo, con potencial para complementar la producción de hidrógeno renovable en escenarios de transición.
3. LOHC (hidrógeno en portadores líquidos orgánicos) – TLR < 6
Los portadores líquidos orgánicos (LOHC) ofrecen una opción logística atractiva para transportar hidrógeno como si se tratara de un combustible convencional, pero la tecnología aún carece de grandes instalaciones de deshidrogenación. En el corto plazo, la atención está en reducir la toxicidad y el coste de los portadores, así como en incrementar su contenido de hidrógeno por unidad de volumen. A largo plazo, el desarrollo de portadores sostenibles basados en biomasa y la mejora de la eficiencia energética en el proceso de liberación serán determinantes. Se prevé que estas soluciones puedan alcanzar un grado de madurez industrial en la próxima década.
4. Fischer-Tropsch con CO₂ renovable – TRL < 6
La síntesis Fischer-Tropsch es un proceso histórico en la producción de combustibles líquidos, pero su adaptación a fuentes de CO₂ renovable está aún en fase piloto. A corto plazo, los avances se concentran en catalizadores más duraderos y en el diseño de reactores para escalas medianas, capaces de manejar impurezas en el CO₂. A largo plazo, el reto está en escalar plantas completas y en integrar la tecnología en refinerías existentes, optimizando subproductos y procesos asociados. Su horizonte temporal apunta a una adopción industrial a más de cinco años vista, como complemento a la producción de combustibles sintéticos.
5. Amoníaco como vector energético – TRL < 7
El amoníaco es un vector energético bien conocido en la industria química, pero su uso en energía, ya sea como combustible directo o como portador de hidrógeno, presenta importantes desafíos. En el corto plazo, el foco está en mejorar la seguridad en la manipulación, desarrollar catalizadores más eficientes para el cracking y optimizar motores y sistemas logísticos para reducir emisiones contaminantes. A largo plazo, será clave avanzar en catalizadores de baja temperatura que permitan reducir el consumo energético del proceso. El horizonte prevé una expansión gradual en aplicaciones marítimas e industriales, especialmente en el transporte internacional de energía.
6. Hidrógeno líquido (licuefacción, transporte y regasificación) – TRL < 7
El hidrógeno líquido se perfila como una de las opciones más viables para el comercio internacional, con primeras experiencias entre Australia y Japón. Sin embargo, los procesos de licuefacción y regasificación aún deben optimizarse para reducir costes y mejorar la eficiencia. A corto plazo, se busca mejorar compresores, turbinas y tanques criogénicos, reduciendo las pérdidas por evaporación. A largo plazo, el reto está en la optimización energética integral de la cadena logística. Su horizonte apunta a un despliegue más amplio en la segunda mitad de la década, ligado al crecimiento del comercio global de hidrógeno.
7. Electrolizadores de nueva generación – TRL < 7
Los electrolizadores son la pieza central del hidrógeno renovable, pero cada tecnología enfrenta retos propios. En el caso de la PEM, se busca reducir la dependencia de metales críticos como el iridio y aumentar la durabilidad de las membranas. La HTEL destaca por su eficiencia, aunque con problemas de estabilidad y gestión térmica, mientras que la AEM ofrece menores costes potenciales, pero aún está en fase inicial sin referencias industriales. A corto plazo, el foco está en escalar y reducir costes de fabricación, mientras que a largo plazo la prioridad será consolidar nuevas generaciones libres de metales preciosos y materiales PFAS. Su horizonte está directamente ligado al despliegue industrial del hidrógeno verde en esta década.

8. Reformado con vapor de metano + CCS
El reformado de metano con vapor (SMR) sigue siendo la principal fuente de hidrógeno a nivel mundial, pero su huella climática obliga a integrarlo con captura y almacenamiento de carbono (CCS). Aunque existen experiencias de captura en procesos asociados, la captura de más del 90% de CO₂ en operación continua no se ha demostrado a gran escala. A corto plazo, la prioridad es acumular experiencia en plantas en operación real y optimizar la combinación de procesos. A largo plazo, la meta es convertirlo en una opción viable como tecnología puente hacia el hidrógeno renovable. Su horizonte depende de la velocidad con que se despliegue CCS en Europa.
9. Seguridad del hidrógeno
El despliegue masivo del hidrógeno exige reforzar la seguridad en transporte, almacenamiento y uso. En el corto plazo, los esfuerzos se centran en el desarrollo de materiales resistentes a la fragilización, en la creación de estándares de certificación y en la mejora de la instrumentación de detección. A largo plazo, será necesario profundizar en la seguridad del almacenamiento geológico y en la integración de sistemas a gran escala. La seguridad se presenta, por tanto, como un desafío transversal cuyo horizonte es permanente: acompañará todo el ciclo de expansión del hidrógeno renovable.
El mensaje es claro: el hidrógeno renovable será un pilar de la transición energética, pero solo si se acelera la innovación tecnológica, lo que nos sugiere algunas preguntas ¿Sabrá Europa invertir lo suficiente en innovación para transformar el hidrógeno en una realidad industrial? ¿Podremos, al igual que ocurrió con el desarrollo de la vacuna para el virus del corona, alinear los esfuerzos de manera conjunta para alcanzar antes soluciones efectivas? ¿Sabremos proteger a las industrias pioneras en aceptación de esta tecnología para que no pierdan competitividad por el camino?
Escrito por Juan Zurbarán, colaborador del Clúster Andaluz del Hidrógeno. https://www.linkedin.com/in
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WEBINAR: ‘LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS DE AVALON RENOVABLES’
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23 SEPTIEMBRE DE 2025, 17:00 PM, GTM +2
Acompáñanos en este encuentro donde conoceremos de primera mano los proyectos estratégicos de Avalon Renovables y las estrategias que está implementando la compañía para acelerar la transición energética, con un enfoque especial en el papel del hidrógeno verde como vector clave para descarbonizar la economía.
El webinar será impartido por Sergio Martínez Zarza, Director de Desarrollo de Negocio de Avalon Renovables, quien compartirá la visión de la empresa, los retos del sector y las oportunidades que marcan el camino hacia un futuro más sostenible.
Una sesión clave para profesionales, empresas e instituciones interesados en comprender cómo Avalon impulsa la innovación y la sostenibilidad en el ámbito de las energías renovables y el desarrollo del hidrógeno.
📅 Fecha: 23 de septiembre de 2025 | Modalidad ONLINE
🎙️ Ponente: Sergio Martínez Zarza – Director de Desarrollo de Negocio, Avalon Renovables
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El evento ha concluido. Muy pronto anunciaremos nuevas fechas
¡Muchas gracias!
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Francia y Alemania sellan su apoyo al corredor de hidrógeno que unirá la Península Ibérica con el corazón de Europa
Francia y Alemania por fin han dado el espaldarazo definitivo al Southwestern Hydrogen Corridor —que integra los proyectos H2Med y HY-FEN—, la futura infraestructura destinada a transportar hidrógeno renovable desde la Península Ibérica hasta el centro de Europa. La decisión se anunció en el marco del 25º Consejo de Ministros conjunto, encabezado por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz, quienes calificaron el corredor como un “proyecto emblemático” para la transición energética europea.
El respaldo se enmarca en la nueva Agenda Económica Franco-Alemana, un ambicioso plan bilateral que busca reforzar la soberanía europea en sectores estratégicos como la energía, la industria y la digitalización. En ese contexto, ambos países reafirmaron su “enfoque conjunto y compromiso a largo plazo” con la construcción del corredor, considerado clave para diversificar el suministro energético y garantizar una economía descarbonizada y competitiva…
Fuente: El Periódico de la Energía
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Las refinerías europeas podrían tener la clave para escalar el hidrógeno verde
Los altos costos han impedido el despegue de los proyectos de hidrógeno verde, pero nuevas regulaciones en el sector de refino de la Unión Europea (UE) ofrecen una solución para lanzar esta tecnología amigable con el carbono a gran escala, según un nuevo informe de Horizons de Wood Mackenzie.
Según el informe “¿No es irónico? Cómo los refineros europeos podrían ofrecer una vía para escalar el hidrógeno verde”, se estima que los refineros europeos necesitarán aproximadamente 0,5 millones de toneladas de hidrógeno verde al año para 2030 para cumplir con las regulaciones de la UE, reemplazando alrededor del 30% de la producción actual de hidrógeno que emite CO₂. La refinación representa una de las mayores oportunidades para el hidrógeno a nivel global, junto con la producción de amoníaco y metanol, que en conjunto representan el 98% de la demanda actual…
Fuente: El Periódico de la Energía
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CISAF: El nuevo marco europeo que puede acelerar el despegue del hidrógeno renovable en España
El pasado 25 de junio de 2025, la Comisión Europea aprobó el Clean Deal State Aid Framework (CISAF), el nuevo marco normativo que regulará la concesión de ayudas estatales en sectores clave para la transición energética y la descarbonización industrial. Este instrumento sustituye al Marco Temporal de Crisis y Transición y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2030.
El CISAF nace en respuesta a un escenario marcado por la urgencia climática, la competencia internacional en tecnologías limpias, la necesidad de reforzar la autonomía estratégica europea y los riesgos de deslocalización industrial. En este contexto, la Comisión reconoce que la inversión privada, por sí sola, no es suficiente para alcanzar los objetivos de neutralidad climática, especialmente en sectores como el hidrógeno renovable, donde persisten barreras económicas y tecnológicas.
El CISAF introduce pues un enfoque más flexible para que los Estados miembros puedan otorgar ayudas a proyectos de energías renovables, descarbonización industrial, fabricación de tecnologías limpias y economía circular, siempre bajo los principios de:
- Efecto incentivador: La ayuda debe inducir una inversión que, sin apoyo público, no se realizaría o se llevaría a cabo en menor escala o con menor ambición tecnológica.
- Minimización de distorsiones: La ayuda no debe alterar indebidamente la competencia ni las condiciones del mercado interior de la UE.
- Proporcionalidad y eficiencia: La cuantía de las ayudas debe limitarse al mínimo necesario y basarse en costes adicionales o diferenciales respecto a soluciones convencionales.
El marco contempla diversas formas de ayuda: subvenciones directas, incentivos fiscales, préstamos, garantías, o inversiones en capital, adaptadas al tipo de proyecto, su tamaño y su ubicación.
Aunque España reúne condiciones estratégicas para convertirse en un actor relevante en el ámbito del hidrógeno renovable, el desarrollo a escala industrial del hidrógeno verde sigue condicionado por:
- Elevados costes de producción, principalmente por el CAPEX de los electrolizadores, aunque estos se han reducido de unos años acá.
- Estrado de un mercado no consolidado y señales de demanda claras.
- Incertidumbres regulatorias y dificultades en la financiación de proyectos a gran escala.
Estos condicionantes actuales suponen que muchos inversores se lo piensen antes de invertir el capital privado en un proyecto de esta índole, el CISAF se configura como una herramienta clave para abordar estas barreras, en las siguientes dimensiones:
1. Aceleración de inversiones en electrolizadores y generación asociada
El CISAF permite que los países articulen regímenes de ayudas para el despliegue de capacidades de electrólisis, vinculados al uso de electricidad renovable, bajo condiciones simplificadas y con procedimientos más ágiles. Esto es crítico para proyectos integrados de producción de hidrógeno verde, tanto en hubs industriales como en regiones con alto recurso renovable.
Además, el marco facilita que las ayudas cubran los costes diferenciales frente a alternativas fósiles, permitiendo una reducción progresiva de la brecha de competitividad del hidrógeno renovable.
2. Fomento de la demanda industrial e integración sectorial
El CISAF contempla ayudas para consumidores electrointensivos que inviertan en descarbonización y eficiencia energética. Esto abre la puerta a mecanismos que incentiven la adopción de hidrógeno verde en sectores ya conocidos como: refino y química pesada, siderurgia y metalurgia, fertilizantes y transporte pesado y marítimo.
La articulación de contratos bilaterales (PPA para hidrógeno), esquemas de subastas o mecanismos de garantía de origen son determinantes para consolidar la demanda y dar viabilidad financiera a los proyectos. Desde el CISAF se facilitan los procesos asociados a estos mecanismos para el arranque de la economía del hidrógeno.
3. Reforzamiento de la cadena de valor industrial
El CISAF permite a los Estados miembros apoyar la fabricación nacional de tecnologías críticas, como:
- Electrolizadores de diversas tipologías (PEM, alcalinos, SOEC)
- Sistemas de compresión, almacenamiento y transporte
- Componentes asociados (pilas, materiales avanzados)
España podrá diseñar esquemas de ayuda diferenciados en función del tamaño de las empresas y la ubicación geográfica, alineados con los objetivos de autonomía estratégica y resiliencia industrial definidos en el Reglamento de la Industria de Cero Emisiones Netas.
4. Despliegue territorial equilibrado y cohesión
El CISAF establece mayores intensidades de ayuda para proyectos ubicados en zonas asistidas o menos favorecidas, lo que puede potenciar la implantación de infraestructuras de hidrógeno en regiones de transición justa (e.g., áreas afectadas por el cierre de térmicas), zonas rurales con recursos renovables excedentarios y áreas industriales en reconversión.
Este criterio de localización de los proyectos, estándar en las evaluaciones para las concesiones de las ayudas por parte del MITECO, contribuye a evitar la concentración de inversiones solo en los grandes polos industriales y a maximizar el impacto social y económico de la transición energética.
5. Reducción de riesgos y atracción de capital privado
El marco permite que los Estados miembros establezcan fondos públicos o vehículos de inversión híbridos, que aporten financiación en forma de garantías, préstamos subordinados o coinversiones en capital. Estos instrumentos actúan como mecanismos de reparto de riesgo, especialmente relevantes en fases tempranas de proyectos con alta incertidumbre tecnológica o de mercado, donde el sector privado se muestra más reticente a participar. Al compartir parte del riesgo financiero, se mejora el perfil bancable de los proyectos, facilitando su cierre financiero y reduciendo el coste de
capital (WACC).
Además, el CISAF refuerza la previsibilidad normativa al establecer criterios objetivos, procedimientos simplificados y condiciones claras de elegibilidad, lo que permite una mayor anticipación y estructuración de operaciones por parte de inversores institucionales. Esta mayor seguridad jurídica, combinada con el apoyo público directo en casos justificados, contribuye a atraer capital privado a proyectos de alto impacto climático que, en ausencia de estas medidas, no serían rentables a corto plazo.
Este enfoque es esencial para movilizar inversión privada y acelerar la curva de aprendizaje, favoreciendo la reducción de costes y la maduración tecnológica.
La entrada en vigor del nuevo marco europeo CISAF debería obligar a España a movilizar rápidamente su arquitectura institucional para traducir sus disposiciones en regímenes de ayuda concretos, adaptados a las prioridades nacionales en materia de transición energética e industria limpia. El Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y en coordinación con organismos como el IDAE o el CDTI, deberá diseñar líneas de apoyo compatibles con el marco europeo, notificar los esquemas pertinentes a la Comisión Europea y lanzar convocatorias que impulsen proyectos estratégicos en hidrógeno renovable, energías limpias o tecnologías industriales clave. Paralelamente, será necesario adaptar mecanismos ya existentes, como los PERTE o los fondos Next Generation, para alinearlos con los principios de necesidad, proporcionalidad y efecto incentivador
exigidos por el CISAF.
Además, las comunidades autónomas jugarán un papel crucial en la implementación territorial del marco, especialmente en regiones con potencial renovable o en transición industrial. El éxito del CISAF dependerá también de la capacidad del Estado para movilizar capital privado, a través de fondos mixtos o instrumentos financieros como garantías o coinversiones que reduzcan el riesgo para los inversores. Por último, será imprescindible garantizar una gobernanza transparente y eficaz: el marco impone obligaciones de publicación de ayudas, seguimiento anual y control que requerirán de una coordinación técnica y administrativa sólida entre los distintos niveles de la administración pública y el sector empresarial.
¿Sabremos movernos rápido?
Escrito por Juan Zurbarán, colaborador del Clúster Andaluz del Hidrógeno. https://www.linkedin.com/in
Fuente: https://hidrogenoandalucia.org/wp-content/uploads/2025/08/CISAF.pdf
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El corredor de hidrógeno verde entre Algeciras y Róterdam avanza en la descarbonización del transporte marítimo
El desarrollo del primer corredor marítimo de hidrógeno verde entre Algeciras y Róterdam sigue avanzando con el objetivo de consolidar una red logística sostenible para el suministro de energías renovables en Europa. Este proyecto permitirá la exportación de hidrógeno verde y sus derivados desde la Bahía de Algeciras hacia los principales centros industriales del norte del continente, con Róterdam como eje de distribución…
Fuente: El estrecho digital
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España prepara el Real Decreto que transformará el transporte: más renovables, más hidrógeno y reglas claras
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto sobre la mesa uno de los textos clave de esta legislatura en materia de energía y clima: el proyecto de Real Decreto de Fomento de los Combustibles Renovables, que acaba de entrar en fase de consulta pública.
Esta propuesta llega en un momento clave, tras la revisión de las directivas europeas sobre energías renovables y en plena carrera por cumplir los compromisos climáticos de 2030 y reconfigura el marco legal para la descarbonización del transporte, refuerza el papel de los combustibles renovables y coloca al hidrógeno verde en el epicentro de la transición energética.
El documento responde a varias necesidades urgentes:
- Trasponer las nuevas directivas europeas, en especial la Directiva (UE) 2023/2413, que eleva los objetivos de renovables en el transporte y refuerza los requisitos de sostenibilidad.
- Adaptar el marco español a los nuevos Reglamentos europeos ReFuelEU Aviation y FuelEU Maritime, que establecen obligaciones específicas para los sectores aéreo y marítimo.
- Incorporar los requisitos de certificación de los gases renovables y combustibles hipocarbónicos, incluidos los derivados del hidrógeno, en línea con la Directiva (UE) 2024/1788.
- Superar el marco legal actual, fragmentado y con objetivos ya desactualizados, para ofrecer seguridad jurídica, trazabilidad y mecanismos efectivos de cumplimiento.
En definitiva, se trata de dotar al sector energético de un marco normativo coherente, transparente y alineado con los estándares europeos, que impulse el uso de combustibles renovables, facilite la inversión en hidrógeno verde, así como de otras tecnologías y que brinde seguridad a los inversores.
La propuesta de Real Decreto es ambiciosa y compleja, con 41 artículos, distribuidos en 7 títulos, 12 capítulos y varios anexos. Aquí un resumen del contenido de la propuesta y sus objetivos asociados:
Título/Capítulo | Contenido principal | Objetivos más relevantes |
Preámbulo | Contexto, motivación y referencias legales | |
Título I: Disposiciones Generales | Objeto, ámbito de aplicación, definiciones | |
Título II: Objetivos de Energía Renovable en el Transporte | Fijación de cuotas obligatorias y subobjetivos sectoriales | Alcanzar un 29% de renovables en transporte o una reducción del 14,5% de GEI antes de 2030. Subobjetivo del 2,5% de combustibles renovables de origen no biológico (hidrógeno verde incluido) en el mix energético del transporte a 2030 |
Capítulo I | Objetivo global de energía renovable o reducción de emisiones | Cumplir los compromisos de descarbonización en el sector transporte en línea con la DER III |
Capítulo II | Subobjetivos específicos: biocarburantes avanzados, biogás, RFNBO, bioetanol avanzado | Garantizar contribuciones mínimas de cada tipo de combustible renovable, incluidos el hidrógeno y derivados |
Capítulo III | Aplicación diferenciada por modos de transporte | Diferenciar la descarbonización de forma específica en el transporte por carretera, ferroviario, marítimo y aéreo |
Título III: Créditos de Electricidad Renovable | Sistema de títulos para computar la electricidad renovable consumida en transporte | Incentivar el uso de electricidad renovable en la movilidad y facilitar su cómputo en los objetivos nacionales |
Título IV: Verificación de la Sostenibilidad y Reducción de Emisiones | Requisitos de sostenibilidad, cálculo de reducción de GEI, verificación externa | Garantizar que los combustibles renovables e hidrógeno cumplen criterios de sostenibilidad y reducen emisiones |
Título V: Garantías de Origen | Certificación y trazabilidad para gases renovables e hipocarbónicos | Asegurar la trazabilidad del hidrógeno renovable y otros combustibles en los mercados nacionales e internacionales |
Título VI: Bases de Datos y Trazabilidad | Integración en la Base de Datos de la Unión y cadena de trazabilidad | Evitar el fraude y asegurar la información transparente de toda la cadena de valor, desde la producción hasta el consumo final |
Título VII: Infracciones y Sanciones | Definición de incumplimientos y régimen sancionador | Prevenir el fraude, garantizar el cumplimiento y sancionar irregularidades en la cadena de suministro de combustibles renovables |
Disposiciones Adicionales y Transitorias | Adaptación de normativa previa, entrada en vigor, aspectos técnicos complementarios | Actualizar y consolidar la normativa vigente, garantizando una transición normativa ordenada |
Anexos | Detalles técnicos: materias primas, criterios de sostenibilidad, esquemas de cálculo | Proporcionar criterios técnicos precisos para la aplicación de los objetivos y requisitos del Real Decreto |
Detalle de los objetivos formulados en la propuesta:

En paralelo, la norma actualiza o deroga reglamentos anteriores, como el Real Decreto 1085/2015 sobre biocarburantes, para consolidar un único marco normativo robusto y adaptado a los desafíos actuales.
La transformación del transporte y el impulso al hidrógeno renovable no es solo una ambición europea: es una oportunidad real para Andalucía. Pero requiere anticipación, coordinación y participación activa.
El propio proceso de elaboración normativa subraya la importancia de la participación autonómica, la norma ha sido consultada con las comunidades a través de los órganos de la CNMC pero hasta el próximo 8 de septiembre se pueden presentar alegaciones de consulta pública y cualquier persona, empresa o entidad interesada puede remitir sus alegaciones. Andalucía, con su ecosistema de clústeres, universidades y empresas energéticas, tiene la oportunidad de influir en los detalles de la norma y garantizar que los proyectos regionales estén alineados y protegidos.
Más allá del enfoque nacional, Andalucía tiene mucho que decir (y que ganar) con este nuevo Real Decreto que incide directamente en los objetivos de la hoja de ruta andaluza. Los subobjetivos de hidrógeno renovable, tanto en el transporte como en usos intermedios en refinerías y procesos industriales, empujan al mercado creciente del hidrógeno donde Andalucía está bien posicionada para tomar ventaja competitiva.
Andalucía debe por tanto moverse rápido, acelerar y reforzar los sistemas de certificación y trazabilidad, sin esa validación, el hidrógeno andaluz no podrá acceder a los mercados europeos ni beneficiarse de los distintivos de “hidrógeno renovable certificado” que introduce la norma. Debe también aprovechar la alta penetración de renovables en el territorio para generar excedentes transformables en hidrógeno o en créditos de electricidad exportables posicionándose así como líder de la descarbonización en España.
Escrito por Juan Zurbarán, colaborador del Clúster Andaluz del Hidrógeno. https://www.linkedin.com/in
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Alemania y el Hidrógeno: Las Ocho Prioridades Críticas para Consolidar el Mercado
Alemania se encuentra en una fase decisiva para transformar su sistema energético, y el hidrógeno, junto a sus derivados, jugará un rol estructural en ese proceso. El Consejo Nacional del Hidrógeno (NWR) ha presentado ocho prioridades concretas para la nueva legislatura política, cuya implementación marcará la diferencia entre acelerar la transición o quedar rezagados en la competencia global.
El primer pilar es la integración efectiva del hidrógeno en la política industrial y climática, no como una solución puntual, sino como un eje transversal de transformación sectorial. Sin este alineamiento estratégico, el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2045 quedará fuera de alcance, y la industria alemana corre el riesgo de perder posiciones clave en la economía global del hidrógeno.
Además, el NWR advierte que la fase inicial del despliegue debe gestionarse con pragmatismo. Restringir de forma prematura la flexibilidad tecnológica, por ejemplo, en torno al hidrógeno bajo en carbono, podría frenar la creación de mercado, encarecer la inversión y retrasar la adopción en aplicaciones industriales estratégicas.
Simplificar los procesos regulatorios y administrativos es otra condición imprescindible. Sin una drástica reducción de la burocracia, el desarrollo de la cadena de valor será fragmentado e ineficiente, desincentivando el capital privado y erosionando la competitividad frente a otros polos de hidrógeno como Estados Unidos o Asia.
La infraestructura es otro cuello de botella crítico. Alemania necesita expandir de forma sincronizada las capacidades de transporte, almacenamiento e importación. Retrasos en este frente comprometerían no solo el abastecimiento interno, sino también la posición del país como hub europeo de hidrógeno.
En paralelo, es esencial consolidar mercados líquidos, transparentes y con señales de precio estables. Mecanismos como las cuotas de hidrógeno verde o los acuerdos a largo plazo son indispensables para generar certidumbre y atraer inversiones de alto volumen.
El acceso a financiamiento sostenible representa otro reto clave. Sin instrumentos de mitigación de riesgos, seguros de inversión y políticas de apoyo robustas, la captación de capital privado será insuficiente, ralentizando el despliegue tecnológico y elevando los costos.
El NWR también subraya la necesidad de impulsar clústeres regionales de hidrógeno, que integren generación, demanda e infraestructura en áreas industriales específicas. Ignorar esta dimensión territorial debilitaría el impacto económico y social de la transición, limitando la creación de empleo y valor añadido local.
Finalmente, dada la inevitable dependencia de importaciones de hidrógeno, las alianzas internacionales deben convertirse en un pilar estratégico. Fallar en este punto comprometería tanto la seguridad de suministro como la competitividad en el emergente mercado global del hidrógeno.
Las 8 medidas del NWR no son propuestas aisladas, sino que operan como palancas concretas sobre los pilares de la Estrategia Nacional (NWS), acelerando su implementación y reduciendo riesgos críticos. No ejecutarlas comprometería los plazos, la competitividad y la seguridad energética de Alemania… pero ¿tienen sentido que se adopten estas medidas en España?
Lo cierto es que España y Alemania parten de situaciones muy distintas. Mientras Alemania lidia con la necesidad de importar grandes volúmenes de hidrógeno por su limitada capacidad de generación renovable, España se encuentra en una posición singularmente favorable.
Por tanto, aunque las medidas propuestas por Alemania son interesantes y en su mayoría aplicables, no deben asumirse de forma automática. España necesita un plan alineado con sus propias fortalezas.
Por ejemplo, la integración del hidrógeno en la política industrial y climática es fundamental, pero en el caso español, esa integración debe contemplar no solo el autoconsumo o el uso en sectores locales, sino el objetivo de posicionar al país como proveedor estratégico de hidrógeno renovable sea para la exportación hacia el resto de Europa o bien para atraer industria por los bajos costes.
En cuanto al pragmatismo tecnológico que plantea Alemania, basado en permitir el uso inicial de hidrógeno bajo en carbono, en España la situación es diferente. Aquí, con el potencial renovable disponible, el hidrógeno verde puede y debe ser el eje principal de desarrollo. Apostar de forma significativa por otras formas de hidrógeno podría suponer desviar recursos y comprometer la ventaja competitiva española en el mercado europeo.
Sí existe plena coincidencia en la necesidad de simplificar los trámites administrativos y reducir la burocracia, que en España sigue siendo un lastre para el avance de proyectos energéticos, incluidos los del hidrógeno. Tal como se reflejó en el primer Informe del Clima Empresarial en Andalucía que sacamos en enero de 2025.
El desarrollo acelerado de infraestructuras es otro punto crítico. España necesita garantizar los corredores de transporte y exportación, como el H2Med, y adaptar los principales puertos a la logística del hidrógeno, si quiere materializar su papel como proveedor hacia el norte de Europa, esto incluye firmar alianzas con Francia como intermediario.
Por supuesto, sin señales claras de mercado, marcos de financiación robustos y mecanismos de mitigación de riesgos, será difícil atraer las inversiones que este sector requiere. En este sentido, las lecciones alemanas son perfectamente aplicables.
Además, el concepto de crear clústeres regionales de hidrógeno con una integración completa de la cadena de valor es especialmente interesante para el caso español. Regiones como Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha o el País Vasco ya se están posicionando como nodos clave en este ámbito y deben contar con el apoyo institucional y la coordinación necesaria para consolidar sus proyectos. En este sentido y para atraer nueva industria, desde la Península se deberían identificar áreas donde posibles grandes consumidores de h2 podrían instalar nuevas fábricas, definir paquetes de medidas que atraigan la inversión y allanar el camino a estos proyectos donde se generarían nuevos puestos de trabajo. Esto permitiría diseñar un plan de industrialización acorde a las necesidades del país.
Por último, pero no menos importante, la dimensión internacional. España tiene la oportunidad de convertirse en un actor central dentro de las alianzas energéticas europeas y mediterráneas. La cooperación con Francia, Portugal y los países del Norte de África será determinante para garantizar la viabilidad técnica, económica y geopolítica de su estrategia del hidrógeno.
En definitiva, España no debe copiar mecánicamente la hoja de ruta alemana. Debe inspirarse en lo que funciona, pero construir un modelo propio, coherente con su potencial de generación renovable, su rol exportador y su ventaja geográfica.
Escrito por Juan Zurbarán, colaborador del Clúster Andaluz del Hidrógeno. https://www.linkedin.com/in
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España y Francia avanzan en el desarrollo de un hidroducto que conectará Barcelona con Marsella
Los operadores de sistemas de transporte Enagás (España) ―a través de su filial Enagás Infraestructuras de Hidrógeno (EIH)―, NaTran y Teréga (Francia), han anunciado hoy un avance significativo para el proyecto H2med con la firma de un Acuerdo de Accionistas para la creación de una sociedad conjunta dedicada al desarrollo del Proyecto de Interés Común (PCI) BarMar, el hidroducto submarino que conectará Barcelona (España) con Marsella (Francia). BarMar es un trazado clave del proyecto H2med junto con CelZa, que unirá Celorico da Beira (Portugal) con Zamora (España)…
Fuente: Enagás
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DE Alemania: all-in al hidrógeno o nos quedamos sin nada
Alemania publicó el pasado marzo una nueva declaración de su Consejo Nacional del Hidrógeno (NWR), titulada “La siguiente fase del despliegue del hidrógeno: avanzar con decisión”, en la que lanza una advertencia rotunda: o Europa acelera decididamente su apuesta por el hidrógeno, o corre el riesgo de quedarse a medio camino en su transición energética. En un ejercicio de autocrítica, Alemania reconoce los cuellos de botella que aún frenan el desarrollo de una economía del hidrógeno: lentitud regulatoria, costes elevados, incertidumbre sobre la demanda y una infraestructura que avanza más despacio de lo necesario.
El NWR, órgano consultivo independiente creado por el Gobierno alemán, tiene como misión asesorar al Comité de Secretarios de Estado para el Hidrógeno, responsable de supervisar e implementar la estrategia nacional del hidrógeno. Con este documento, el consejo lanza una señal de alarma al ejecutivo alemán sobre la situación actual y la urgencia de actuar.
La nueva publicación del NWR no se limita al diagnóstico: propone medidas concretas para corregir el rumbo. Entre ellas, destacan:
– Aprobación de la Ley de Aceleración del Hidrógeno. Esta norma, propuesta por el anterior ejecutivo, busca agilizar la concesión de permisos para proyectos de hidrógeno. Su tramitación sigue pendiente, aunque cuenta ahora con un impulso favorable: la nueva ministra de Economía y Energía, Katherina Reiche, proviene del sector energético y formaba parte del propio Consejo Nacional del Hidrógeno antes de su nombramiento.
– Simplificación del sistema de certificación, tanto para el hidrógeno renovable como para el de bajo en carbono. El NWR aboga por un sistema único europeo, compatible a nivel internacional, y por flexibilizar los criterios técnicos de forma realista, sin renunciar a la sostenibilidad.
– Desarrollo de infraestructuras de transporte, almacenamiento y distribución. El informe respalda el avance de la red troncal del hidrógeno y plantea el desarrollo de planes regionales piloto de distribución 100 % H₂ en clústeres industriales o logísticos. También subraya la importancia del almacenamiento a gran escala para equilibrar oferta y demanda, respaldar la seguridad del sistema eléctrico (por ejemplo, mediante centrales H₂-ready) y fortalecer la resiliencia energética nacional.
– Impulso a la demanda industrial y en movilidad, con mecanismos como contratos por diferencia, cuotas obligatorias o incentivos directos.
– Apoyo a clústeres regionales y formación de talento especializado, con el objetivo de crear un ecosistema completo y sostenible.
El comunicado reconoce que Alemania ha hecho mucho, pero que aún no es suficiente. Como ejemplo de avance, en diciembre de 2024 se reformó la 4ª Ordenanza para la aplicación de la Ley Federal de Control de Inmisiones (4. BImSchV). Desde entonces, los electrolizadores de menos de 5 MW ya no requieren permiso conforme a esta ley, sino solo una licencia de construcción según la normativa urbanística. Esta reforma, aunque positiva, no ha sido suficiente para desbloquear completamente la ejecución de proyectos, ya que persisten otros cuellos de botella en los procesos administrativos y financieros.
El manifiesto también deja claro que ningún país podrá construir una economía del hidrógeno en solitario. La cooperación internacional —en regulación, infraestructura, comercio y conocimiento— es vista como una condición indispensable.
Esta reflexión germana podría aplicarse casi punto por punto a España, donde muchos de estos obstáculos son igualmente conocidos y persistentes. Hoy más que nunca, necesitamos una gobernanza clara y cohesionada, que coordine esfuerzos a nivel nacional e internacional, y que facilite el paso del potencial a la realidad. Hace falta un auténtico director de proyecto: alguien que analice las fortalezas y debilidades de cada actor, que identifique riesgos y oportunidades, y que orqueste a todos los jugadores para que esta gran empresa europea —la del hidrógeno— llegue a buen puerto.
Escrito por Juan Zurbarán, colaborador del Clúster Andaluz del Hidrógeno. https://www.linkedin.com/in
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